Una armadura efectiva
"Vestíos de toda la armadura de DIOS, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo" (Efesios 6.11).
Todos los creyentes en JESÚS, estamos en una batalla constante con el enemigo de nuestras almas (el diablo), quien siempre busca estorbar el propósito que el SEÑOR tiene para nuestras vidas. Nuestro enemigo no se detendrá, sino que atacará constantemente. Por eso, para poder resistir con firmeza a nuestro adversario, necesitamos toda la armadura de DIOS (Efesios 6.11).
Y algo que siempre intentará hacer el diablo, es que estemos enemistados con otras personas e incluso con los hermanos en la fe. Sin embargo, el apóstol Pablo nos recuerda: "Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes" (Efesios 6.12).
En la batalla, toda la armadura del SEÑOR es útil, y cubre todos los aspectos de la lucha que tendremos por delante. Con ella nos defendemos y con ella también atacamos. Pero si nos dirigimos a la batalla con solo algunas partes de la armadura de DIOS o directamente sin nada, le estamos dando al enemigo una ventaja considerable.
Si queremos ser hijos de DIOS victoriosos, debemos vestirnos con toda la armadura que el SEÑOR nos proporcionó (Efesios 6.14-18). De esta forma resistiremos al enemigo (Efesios 6.13).