Un pacto hecho por DIOS
"Este es el pacto que haré con ellos después de aquellos días, dice el SEÑOR: Pondré mis leyes en sus corazones, y en sus mentes las escribiré, añade: Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones" (Hebreos 10.16-17).
Las Escrituras nos enseñan que el SEÑOR siempre protegía a Su pueblo (Israel), sacándolo de situaciones muy adversas e imposibles de resolver para el ser humano. Sin embargo, sin importar cuánto el SEÑOR los protegía, ellos se rebelaban y parecían nunca entender los propósitos del SEÑOR. Todo era como un ciclo constante, donde ellos nunca llegaban a permanecer fieles a DIOS de manera constante; así que, su rebeldía, se acentuaba cada vez más.
Por ejemplo, en el Salmo 106, encontramos frases muy fuertes con respecto a esa rebeldía: 'No entendieron', 'no se acordaron' (verso 7), 'no esperaron Su consejo', 'se entregaron a un deseo desordenado' y 'tentaron a DIOS' (versos 13-14). 'Hicieron y se postraron ante una imagen, cambiando la Gloria de DIOS por un buey que come hierba' (versos 19-20) y 'olvidaron al DIOS de su salvación' (verso 21). Además, 'aborrecieron la tierra deseable', 'no creyeron a Su Palabra sino que murmuraron y no oyeron al SEÑOR' (versos 24-25); 'provocaron la ira de DIOS con sus obras' (verso 29), 'se mezclaron con los demás pueblos, aprendiendo sus malas obras' (versos 34-39). Pero también hallamos en este Salmo: 'pero ÉL los salvó por Amor de Su Nombre' (verso 8) y 'muchas veces los libró' (verso 43).
El pueblo de Israel se rebelaba continuamente contra DIOS, pero ÉL los oía y socorría una y otra vez, porque había un pacto que DIOS había hecho con ellos (versos 44-46).
Hoy, hay un pacto eterno para todo aquel que cree en el SEÑOR JESUCRISTO: "Serás salvo" (Hechos 16.31), "y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones. Pues donde hay remisión de estos, no hay más ofrenda por el pecado" (Hebreos 10.17-18).