Somos el cuerpo de CRISTO
"Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en CRISTO, y todos miembros los unos de los otros" (Romanos 12.4-5).
El cuerpo humano ha sido formado por nuestro DIOS con muchos miembros (las orejas, las manos, los pies, los ojos, etc.), y dentro del cuerpo, éstos miembros tienen distintas funciones. Lo que hace el ojo, no lo puede hacer el oído; ni la mano puede hacer, lo que hace el pie. Y aunque cada uno de estos miembros son diferentes entre si, éstos igualmente tienen valor y son importantes para la función que deben cumplir (1° carta a los Corintios 12.14-26).
De la misma manera, los creyentes en JESÚS somos muchos y formamos el cuerpo de CRISTO, y la función que tenemos cada uno de nosotros dentro del cuerpo es distinta (Romanos 12.4-5).
Pero, aunque cada uno de los creyentes en JESÚS somos diferentes entre si, igualmente formamos un todo; es decir, formamos (todos juntos) el cuerpo de CRISTO, así como lo enseña la Palabra de DIOS: "Vosotros, pues, sois el cuerpo de CRISTO, y miembros cada uno en particular" (1° carta a los Corintios 12.27).
Para el SEÑOR tenemos valor..., somos importantes en Su cuerpo; pero no para nuestra alabanza o gloria, sino para la alabanza y gloria de nuestro SEÑOR.