¡Restaurado!
"Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a JEHOVÁ, el cual tendrá de él misericordia, y al DIOS nuestro, el cual será amplio en perdonar" (Isaías 55.7).
Cuando JESÚS hablaba, grandes multitudes se acercaban para escucharlo; sin embargo, había otro grupo (los líderes religiosos), que solo se acercaban para murmurar de ÉL (Lucas 15.1-2). En una de esas ocasiones en la cual JESÚS hablaba, les relató una parábola acerca de un hombre que tenía dos hijos (Lucas 15.11). Uno de ellos (el menor), le pidió a su padre la herencia que le correspondía (Lucas 15.12); y al pasar algunos días, ese hijo tomó la decisión de irse de la casa de su padre, llevándose todo lo que había pedido.
Si continuamos leyendo la parábola, veremos la insensatez de ese hijo, al elegir el camino del placer. Camino, que finalmente, lo llevaría a la ruina (Lucas 15.13-16)... Pero la historia no termina ahí.
Cuando este hijo menor llegó a ese punto de miseria, tristeza, desolación, etc., la Escritura nos dice que volvió en sí, y pensó en cómo era la vida con su padre y en cómo era su vida actual. Es allí, donde pudo darse cuenta, de que había escogido un mal camino (Lucas 15.17).
Este hijo sabía que había pecado; así que, no se quedó de brazos cruzados. Dejó su lamento, y tomó la decisión de volver a su padre, sin esperar ser recibido como hijo. Él, tan solo esperaba que su padre lo acepte como si fuera un jornalero. Sin embargo, al volver, encontró redención (Lucas 15.18-24).
Si te has enfriado o alejado de los caminos del SEÑOR, o tal vez nunca lo conociste como Salvador, tienes que saber que ÉL te espera con los brazos abiertos, para tener misericordia de ti y darte redención. Reconoce tu pecado, confiésalo al SEÑOR y vuélvete a ÉL en arrepentimiento. DIOS te perdonará, te recibirá y te tratará como hijo/a (Isaías 55.7).