¡Rescatados por amor!
"Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de CRISTO, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros" (1° carta de Pedro 1.18-20).

Todos queremos ser salvos e ir al cielo cuando nuestra vida finalice en este mundo; sin embargo, el único que nos llevará a ese puerto seguro, es el SEÑOR (Salmo 107.28-30). Y esto es, por la sencilla razón de que "en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos" (Hechos 4.12).
El plan de DIOS para salvarnos, ya estuvo preparado desde antes de la fundación del mundo, y fue manifestado en JESUCRISTO. Es ÉL quien nos rescató de nuestra vida miserable, triste, perdida y sin esperanza; y lo hizo con Su sangre preciosa.
¿Acaso merecíamos ese sacrificio que JESÚS hizo voluntariamente por nosotros?... Ciertamente no. Entonces... ¿Por qué lo hizo?... La Escritura nos responde constantemente que ÉL lo hizo porque nos amó (1° carta de Pedro 1.18-20).
Así que, todo aquel que quiera ser salvo e ir al cielo, debe creer en JESÚS. "Porque de tal manera amó DIOS al mundo, que ha dado a Su HIJO unigénito, para que todo aquel que en ÉL cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3.16).