Reconciliados por la Sangre de CRISTO
"Pero ahora en CRISTO JESÚS, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la Sangre de CRISTO" (Efesios 2.13).
¿Podrá el pecador acercarse a un DIOS que es Santo?... De ser esto posible, ¿Se podrá tener una relación personal con ese DIOS?... La respuesta a ambas preguntas es afirmativa, y lo vemos a través de la Palabra del SEÑOR.
Cuando el apóstol Pablo les escribió a los santos y fieles en CRISTO JESÚS que estaban en Éfeso (Efesios 1.1), les recordó que aunque en un tiempo habían estado separados de DIOS por causa de su pecado, todo eso había cambiado en CRISTO cuando creyeron en ÉL. El SEÑOR JESÚS los había reconciliado a cada uno de ellos con el PADRE. Así que, ellos ahora podían gozar de una relación muy cercana con DIOS, ya que CRISTO lo había logrado por Su Sangre vertida en la Cruz (Efesios 2.12-16).
Hoy, JESUCRISTO sigue llamando a los seres humanos, para que se acerquen a DIOS y se reconcilien con ÉL.
Por eso, la Escritura nos enseña: "Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca; porque por medio de ÉL los unos y los otros tenemos entrada por un mismo ESPÍRITU al PADRE. Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de DIOS, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo JESUCRISTO mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el SEÑOR; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de DIOS en el ESPÍRITU" (Efesios 2.17-22).