¡Qué extraordinaria invitación!
"Venid, aclamemos alegremente a JEHOVÁ; cantemos con júbilo a la Roca de nuestra salvación" (Salmo 95.1).
En la Escritura encontramos a muchas personas que animaban a los demás para que busquen al SEÑOR. Uno de ellos, es el autor del Salmo 95, el cual hizo una extraordinaria invitación, no solo para las personas de aquel tiempo, sino también para nosotros.
Él nos invita a aclamar con mucha alegría al SEÑOR, y a cantarle fervorosamente a Aquel que es nuestro Salvador (la Roca) (Salmo 95.1). Además, nos invita a acercarnos lo suficiente, hasta Su misma Presencia (Salmo 95.2). Porque es allí, donde no solo podremos encontrar intimidad con ÉL, sino que también podremos hallar, el oportuno socorro (Hebreos 4.16).
Somos invitados también, a ir al SEÑOR en sumisión, entregándonos a ÉL (Salmo 95.6). Y el motivo de por qué debemos hacerlo así, es simple: "Porque ÉL es nuestro DIOS; nosotros el pueblo de Su prado, y ovejas de Su mano..." (Salmo 95.7).
Recibamos esta extraordinaria invitación, porque es bueno acercarse a DIOS.