¡Nos amó con amor eterno!
"Porque ya conocéis la Gracia de nuestro SEÑOR JESUCRISTO, que por Amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con Su pobreza fueseis enriquecidos" (2° carta a los Corintios 8.9).
Siendo JESÚS... DIOS, y teniendo todo en los cielos, decidió venir a este mundo para ser pobre (pobre en el sentido de humillarse hasta lo sumo, al punto de dar Su propia vida) (Filipenses 2.5-8). Esto lo hizo para que nosotros, siendo desdichados, infelices y sin esperanza, pudiésemos tener vida eterna junto a ÉL, y seamos así ricos en el SEÑOR (espiritualmente) (2° carta a los Corintios 8.9).
Hoy, la Gracia del SEÑOR nos sigue alcanzando debido a Su propio Amor por nosotros. No merecíamos que EL muestre Su amor, ni que nos dé Sus riquezas, como así tampoco merecíamos tener vida eterna; sin embargo, DIOS no miró si merecíamos o no, tan solo nos Amó y lo hizo con un Amor Eterno, un Amor que nunca deja de ser.
El SEÑOR nos dice a través de la Escritura: "Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué Mi misericordia" (Jeremías 31.3).
"Porque de tal manera amó DIOS al mundo, que ha dado a Su HIJO unigénito, para que todo aquel que en ÉL cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3.16).