No nos desampara
"Joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan" (Salmo 37.25).
¡Cuán bueno es nuestro DIOS!... Siempre podemos ver Su mano poderosa obrando en nuestras propias vidas y en las vidas de todos aquellos que aman al SEÑOR (Romanos 8.28). Por eso, cada día elevamos nuestra alabanza a ÉL y anunciamos Su misericordia y fidelidad. Además de que, tanto Sus obras maravillosas como Sus pensamientos por nosotros, nos alegran el alma y el espíritu (Salmo 92.1-5).
Así que, como creyentes en JESÚS, podemos decir con total certeza, que DIOS es bueno con cada uno de nosotros. Y es que nuestro SEÑOR, verdaderamente tiene cuidado de nosotros, ya que con Su ESPÍRITU y Su Palabra, ÉL nos va preparando para que andemos en Sus caminos con fortaleza y seguridad.
El salmista David, expresó: "Joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan. En todo tiempo tiene misericordia, y presta; y su descendencia es para bendición... Porque JEHOVÁ ama la rectitud, y no desampara a Sus santos. Para siempre serán guardados..." (Salmo 37.25,26 y 28).
Y en la carta a los Hebreos leemos: "... No te desampararé, ni te dejaré; de manera que podemos decir confiadamente: El SEÑOR es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre" (Hebreos 13.5b-6).