Nacer de nuevo por la voluntad de DIOS
"Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en Su Nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de DIOS; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de DIOS" (Juan 1.12-13).
Cuando la Biblia habla de nacer de nuevo, está hablando de creer en JESÚS como SEÑOR y SALVADOR de nuestras vidas. Y cuando creemos en ÉL, pasamos a formar parte de la familia de DIOS. También podemos decir, que cuando creemos en JESÚS, pasamos de las tinieblas a Su luz admirable (1° carta de Pedro 2.9); y de la condenación eterna, a la Salvación eterna (Juan 3.14-15).
Otra cosa que sucede cuando recibimos al SEÑOR por la fe (aceptando Su sacrificio en la cruz por nosotros), es que ÉL viene a morar en nuestra vida y comienza a gobernarla o dirigirla (Juan 14.23). De esta manera el SEÑOR iniciará una obra en nosotros, que ÉL mismo irá perfeccionando para hacernos más semejantes a ÉL; y lo hará, hasta que ÉL vuelva por segunda vez (Filipenses 1.6).
Las Escrituras nos enseñan que "ÉL, de Su voluntad, nos hizo nacer por la Palabra de Verdad, para que seamos primicias de Sus criaturas" (Santiago 1.18). Es decir, que nunca vamos a nacer de nuevo, a menos que el SEÑOR intervenga en nuestra vida.
"Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en Su Nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de DIOS; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de DIOS" (Juan 1.12-13).