Lo que sucede cuando ocultamos nuestro pecado

17.09.2023

"Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado" (Salmo 32.1).

  Siempre decimos que es necesario confesarle al SEÑOR nuestros pecados; ya sea que la persona viva en el pecado, o que el creyente en CRISTO haya caído en alguno. Y esto no es un capricho de la iglesia o de alguna persona en particular, ni un comentario que se hace por hacer; sino que es bíblico.

  En su masquil (instrucción) del Salmo 32, David habla acerca de lo que sucede cuando no le confesamos nuestro pecado a DIOS: "Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día. Porque de día y de noche se agravó sobre mí Tu mano; se volvió mi verdor en sequedades de verano. Selah" (Salmo 32.3-4).

  David sabía que el pecado ocultado o no confesado al SEÑOR, nos irá apagando y apartando del SEÑOR; y al ver esas terribles consecuencias, él decide hacer algo que cambiará su vida para siempre. "Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a JEHOVÁ; y Tú perdonaste la maldad de mi pecado. Selah" (Salmo 32.5).

  El examen periódico de nuestra vida a la luz de las Escrituras, nos permite enfrentar el pecado antes de que éste comience a ejercer dominio sobre nosotros. El pecado no confesado al SEÑOR, resultará en un corazón endurecido a la voz de DIOS (Salmo 32.3).

alametaconcristo.com