JESÚS: SEÑOR y CRISTO
"Mas vosotros negasteis al Santo y al Justo, y pedisteis que se os diese un homicida, y matasteis al Autor de la vida, a quien DIOS ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos" (Hechos 3.14-15).
En este mundo hay, por citar algunas cosas, enfermedades, tristezas, vicios, depravaciones, personas que se aman a sí mismas y no aman a DIOS; hay peleas, guerras, envidias, muerte, etc. (2° carta a Timoteo 3.1-5). Y la causa de todo esto es el pecado, que ha afectado enormemente al ser humano, provocando que estemos separados de DIOS, no solo en esta vida sino también por toda la eternidad (Romanos 3.23).
Sin embargo, el amor del SEÑOR y Su salvación están disponibles para todos. Su Gracia y Misericordia se extienden a todos los hombres y mujeres, y se hace efectiva cuando creemos en JESÚS. Es ÉL, quien llevó nuestros pecados sobre el madero. Es ÉL, quien dio Su vida para rescatarnos del pecado (1° carta a Timoteo 2.5-6).
Aquel día, en el cual JESÚS fue acusado injustamente, la maldad del ser humano, llegaba al extremo de pedir la muerte de alguien que no hizo mal a nadie, sino solo bienes (Hechos 10.38-39). Y como a aquella multitud no le importaba quién era JESÚS, ni lo que enseñó, gritaron: 'crucifíquenlo'. Y así sucedió (Marcos 15.6-39).
Pero lo maravilloso en aquel atroz acontecimiento, es que esa muerte y posterior resurrección de JESÚS, le da vida eterna a todo aquel que cree en ÉL (Romanos 10.8-13). Además, mientras el hombre crucificaba a JESÚS, el PADRE aceptaba ese sacrificio de Su único HIJO y lo hacía SEÑOR y CRISTO, así como lo afirma la Biblia: "Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este JESÚS a quien vosotros crucificasteis, DIOS le ha hecho SEÑOR y CRISTO" (Hechos 2.36).