JESÚS quita el pecado
"Y yo le vi, y he dado testimonio de que este es el HIJO de DIOS" (Juan 1.34).
En el Antiguo Testamento leemos una profecía que, cientos de años más tarde, sería cumplida a través de un hombre llamado Juan (el bautista): "Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del SEÑOR, enderezad sus sendas" (Isaías 40.3; Mateo 3.3; Marcos 1.2-3 y Lucas 3.4-6).
Él le hablaría a las multitudes acerca de alguien que vendría después de él; pero que sin embargo, sería primero que él (Juan 1.30). Por otra parte, Juan recalcaba que él (Juan) no era el CRISTO, ni alguno de los profetas; sino que él era solo una voz que 'predicaba el bautismo del arrepentimiento para perdón de pecados, y para que hagan frutos dignos de arrepentimiento' (Mateo 3.2 y 8; Marcos 1.4; Lucas 3.3 y 8a; Juan 1.19-23).
Hasta este punto, Juan no había visto a JESÚS; sin embargo, él sabía exactamente quién era 'el CORDERO de DIOS que quita el pecado del mundo', ya que le había sido revelado por el SEÑOR, quién sería (Juan 1.29-34).
Los creyentes en CRISTO también anunciamos a JESÚS, el CORDERO de DIOS que quita el pecado del mundo. "Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la Presencia del SEÑOR tiempos de refrigerio" (Hechos 3.19).