Esperar en DIOS
"Esperé yo a JEHOVÁ, esperó mi alma; en Su Palabra he esperado. Mi alma espera a JEHOVÁ más que los centinelas a la mañana, más que los vigilantes a la mañana" (Salmo 130.5-6).
En la vida de cualquier persona, siempre habrá asuntos que se deben resolver; y algunos de estos asuntos son sencillos de resolver, pero otros requieren resoluciones o soluciones más complicadas. Pero, los creyentes en CRISTO, siempre podremos apoyarnos en nuestro SEÑOR; no solo porque nos escucha, sino además porque puede ayudarnos. A ÉL podemos encomendar en oración, no solo nuestra vida, sino también nuestros asuntos, nuestros planes y nuestras circunstancias de la vida diaria.
En nuestra lectura bíblica de hoy, el salmista confiesa: "Esperé yo a JEHOVÁ, esperó mi alma; en Su Palabra he esperado. Mi alma espera a JEHOVÁ..." (Salmo 130.5-6a). Y aunque a veces pareciera que la espera en el SEÑOR no nos lleva a nada, debemos recordar que DIOS actuará en Sus tiempos, y de la forma que ÉL considere adecuada para nuestra situación personal. Nuestra impaciencia o desesperación por resolver algo, solo muestra que no estamos confiando en el Soberano SEÑOR; y esa impaciencia o desesperación nunca nos llevará a algo bueno, sino que nos hará tropezar y errar el camino del SEÑOR (Salmo 42.5).
David, que es otro de los salmistas que encontramos en la Biblia, dijo: "Encomienda a JEHOVÁ tu camino, y confía en ÉL; y ÉL hará" (Salmo 37.5).