¡Engrandecido sea el SEÑOR!
"Gócense y alégrense en Ti todos los que te buscan, y digan siempre los que aman Tu salvación: Engrandecido sea DIOS" (Salmo 70.4).
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David fue una persona que pasó por muchas cosas en la vida, pero en cada situación, siempre buscaba al SEÑOR; ya sea, para buscar socorro, consuelo, paz, seguridad, salvación, etc. Incluso lo buscaba para darle gracias por Sus inmensas bondades. Su dependencia del SEÑOR era notoria y aunque a veces erraba el camino, pecando contra DIOS, no se escondía ni encubría su pecado, sino que lo confesaba al SEÑOR, buscando Su perdón (Salmo 32.5).
Si buscamos al SEÑOR sinceramente y con confianza, lo hallaremos, y se alegrará nuestro corazón. Y esa alegría, solo la puede producir el SEÑOR en aquellos que le buscan con un corazón humilde y contrito. El gozo es inmenso, pues estamos delante de nuestro CREADOR, SALVADOR y SEÑOR de nuestras vidas. Y cuando estamos con ÉL, ÉL se ocupa de animarnos, de fortalecernos, de consolarnos, de corregirnos y de traer paz a nuestras vidas.
David dijo: "Gócense y alégrense en Tí todos los que te buscan, y digan siempre los que aman Tú salvación: Engrandecido sea DIOS" (Salmo 70.4).
Al igual que David, podemos buscar al SEÑOR, y gozarnos y alegrarnos en el DIOS de nuestra salvación; además, podemos y debemos engrandecer al SEÑOR con toda nuestra vida.