El Evangelio que seguimos

20.09.2023

"Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la Gracia de CRISTO, para seguir un evangelio diferente" (Gálatas 1.6).

  Cuando la Escritura habla de cosas que sucederán en el futuro, solemos tomarlas como que sucederán muy en el futuro, y que por lo tanto, a nosotros no nos alcanzarán. Y una de esas cosas que la Palabra de DIOS menciona que sucederán en el futuro, es este texto: "Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas" (2° carta a Timoteo 4.3-4).

  La expresión 'no sufrirán la sana doctrina', significa que aparecerán personas que no tolerarán o no soportarán la enseñanza del SEÑOR; y por tanto, se volverán a las fábulas (historias, cuentos), cambiando la verdad de DIOS por la mentira (Romanos 1.25). Pero además, estas personas serán enseñadores (maestros), que conforme a sus propios deseos cambiarán el Evangelio de nuestro SEÑOR, por un evangelio diferente y contrario a lo que la Escritura enseña. No solo se engañarán a ellos mismos, sino que arrastrarán a los demás al error. ¿Será que falta mucho para que estas cosas comiencen a suceder?... Lo cierto, es que no.

  Hace unos cuantos años que esto sucede; y es por eso, que necesitamos enfocarnos en la Palabra de DIOS, para no ser engañados por falsos maestros. Y para ello, podemos tomar el ejemplo de la iglesia que se encontraba en la ciudad de Berea. Ellos eran enseñados, pero al mismo tiempo se ocupaban de buscar en las Escrituras, si esas enseñanzas eran correctas (Hechos 17.10-11).

  Aquellos que se vuelven a las fábulas o cuentos, no toleran, no soportan la enseñanza del SEÑOR. Por lo tanto, es evidente que ya no quieren seguir las enseñanzas de la Palabra de DIOS. Y a fin de justificar su nueva forma de vivir, se vuelven a los maestros que enseñan cosas que ellos quieren oír; enseñanzas que les permiten satisfacer sus deseos pecaminosos. Esas personas prefieren escuchar fábulas absurdas, en lugar de la verdad de la Palabra de DIOS.

  "Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio" (2° carta a Timoteo 4.5).

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