El Evangelio correcto
"Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la Gracia de CRISTO, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el Evangelio de CRISTO" (Gálatas 1.6-7).
Cuando Pablo le escribió a Timoteo, le rogó encarecidamente que predique la Palabra del SEÑOR, y que lo haga a la manera de DIOS (2° carta a Timoteo 4.1-2); por consiguiente, que no predique un evangelio diferente o que se acomoda a lo que se quiere escuchar. También hay un encarecido pedido para que haga obra de evangelista (2° carta a Timoteo 4.5); esto es, hablar y mostrar el Evangelio del SEÑOR. ¿Y por qué razón Pablo decía estas cosas?
La Biblia habla de un tiempo en el cual las personas se amontonarán para enseñar acerca de cosas o asuntos que son contrarios a la voluntad de DIOS. En ese tiempo, habrá una apariencia de que se reúnen para alabar, adorar y exaltar al SEÑOR; pero eso, no será real, sino una mera excusa para enseñar sus propios deseos y arrastrar de esta manera a los oyentes (2° carta a Timoteo 4.3-4).
Buscar nuestra propia satisfacción y escuchar fábulas evangelísticas, nos hacen perder de vista a Aquel que Salva y Guía con un propósito eterno. Como creyentes en JESÚS, vivimos para agradar y darle gloria a DIOS y no a nosotros mismos. Vivimos para predicar y escuchar en obediencia la Palabra del SEÑOR, y no nuestras ideas o gustos personales.
Así que, predicar un evangelio contrario al Evangelio de nuestro SEÑOR JESUCRISTO, es pecado (Gálatas 1.8-9).