El cumplimiento de Las Escrituras
"Porque estas cosas sucedieron para que se cumpliese la Escritura: No será quebrado hueso suyo. Y también otra Escritura dice: Mirarán al que traspasaron" (Juan 19.36-37).
Cuando crucificaron a JESÚS, los judíos le pidieron a Pilato que le quebraran las piernas a todos los crucificados; y aunque esto puede parecer un pedido extraño, era algo muy común en aquellos días. Así que, los soldados fueron hasta donde estaban los crucificados y les quebraron las piernas. Sin embargo, cuando llegaron a la cruz de JESÚS, no se las quebraron, debido a que ÉL ya estaba muerto (Juan 19.31-33), cumpliéndose así la profecía que decía: "EL guarda todos Sus huesos; ni uno de ellos será quebrantado" (Salmo 34.20).
Además, en aquel mismo instante, se cumplió otra profecía que decía: "Mirarán a Mí, a quien traspasaron, y llorarán" (Zacarías 12.10; Juan 19.37). Y efectivamente, en aquella cruz, el costado de JESÚS fue abierto con una lanza (Juan 19.34) y todos los que estaban allí lo vieron y se lamentaron golpeándose el pecho (Lucas 23.48).
Esa segunda profecía, la de Zacarías, tiene doble cumplimiento y va más allá del momento en que JESÚS murió en la cruz. Y es la Escritura la que nos dice: "He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por ÉL. Sí, amén" (Apocalipsis 1.7).
DIOS cumple cada una de Sus Palabras; y Sus Promesas y Profecías acerca del SALVADOR, no son la excepción.