El cielo y el infierno
"Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora este es consolado aquí, y tú atormentado. Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá" (Lucas 16.25-26).
La Palabra de DIOS habla de un lugar llamado cielo y de un lugar llamado infierno o lago de fuego. Y la misma Escritura, también nos dice, que entre estos dos lugares, hay una inmensa separación (Lucas 16.26). Mientras que el cielo, es un lugar preparado y prometido para todo aquel que cree en JESÚS (Juan 14.2-3), el infierno o lago de fuego, es un lugar preparado para el Diablo y sus ángeles; sin embargo, la Biblia también advierte, que a este segundo lugar, irán también todos aquellos que rechazan al Salvador JESUCRISTO (Mateo 25.41).
En el Evangelio de Lucas, podemos leer acerca de la verdad de estos dos lugares (Lucas 16.19-31). Por un lado, la Biblia nos dice que el infierno o lago de fuego, es un lugar de castigo, donde la agonía y el tormento serán eternos. Por otra parte, la Palabra del SEÑOR, también nos da un vislumbre de cómo será estar en el cielo (lugar de consolación). Allí, en los cielos, "enjugará DIOS toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron" (Apocalipsis 21.4).
El SEÑOR ya estableció estos dos lugares donde el ser humano puede pasar la eternidad, de la misma forma que estableció los caminos que hay que transitar para entrar a estos lugares.
El camino que elegimos en esta vida, determina dónde pasaremos la eternidad (Deuteronomio 30.19). Es decir, si creemos en JESÚS somos salvos (Romanos 10.9-10 y Hechos 16.31); y si no lo hacemos, estamos bajo condenación eterna (Juan 3.18).