El camino que JESÚS escogió
"JESÚS entonces dijo a Pedro: Mete tu espada en la vaina; la copa que el PADRE me ha dado, ¿no la he de beber?" (Juan 18.11).
JESÚS se estaba dirigiendo al Monte de los Olivos (más precisamente al huerto de Getsemaní), tal y como lo había hecho muchas veces; y lo siguieron Sus discípulos. Al llegar allí, JESÚS se apartó de Sus discípulos, y oró al PADRE para que pase de ÉL esa copa amarga que vendría. Sin embargo, ÉL estaba dispuesto a tomar esa copa, pues esa era la voluntad del PADRE (Lucas 22.39-44).
Cuando volvió con Sus discípulos, se apareció también una turba (multitud) guiada por Judas (un discípulo del SEÑOR); los cuales aparecieron para arrestar a JESÚS (Lucas 22.47-48 y Juan 18.3). Pero Simón Pedro, que también estaba allí, y que no comprendía que JESÚS tenía que recorrer ese camino de sufrimiento, sacó una espada e hirió a Malco (siervo del sumo sacerdote), cortándole la oreja (Juan 18.10-11).
Lo que vendría no era fácil para JESÚS; pero debido a que Su muerte era el único sacrificio que el PADRE aceptaría para que podamos ser salvos de nuestros pecados (Hebreos 10.11-18), ÉL fue "obediente hasta la muerte, y muerte de cruz" (Filipenses 2.8b).