DIOS no deja manchas
"Venid luego, dice JEHOVÁ, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana" (Isaías 1.18).
En nuestra Escritura bíblica de hoy, DIOS utiliza las palabras 'grana' y 'carmesí' (tintes que tienen un color rojo intenso negruzco), pero también utiliza las palabras 'nieve' y 'blanca lana', pasando así del rojo muy intenso al blanco más puro. Y lo que el SEÑOR está diciendo en nuestro texto del encabezado, es que solo ÉL puede limpiarnos de nuestros pecados; y luego de que lo haga, no quedará mancha alguna, ya que el pecado será eliminado sin que quede rastro alguno (Isaías 43.25).
¿Y qué es eso tan poderoso y eficaz que el SEÑOR utiliza para limpiar nuestro pecado? La Biblia responde a esta pregunta diciendo que "la Sangre de JESUCRISTO Su HIJO nos limpia de todo pecado" (1° carta de Juan 1.7b).
ÉL nunca pecó, ni se manchó con el pecado (1° carta de Pedro 2.21-22); pero aún así, ÉL derramó Su preciosa sangre en la cruz del calvario para limpiar todos nuestros pecados. Es decir, que 'fuimos rescatados con la Sangre preciosa de CRISTO, como de un cordero sin mancha y sin contaminación' (1° carta de Pedro 1.18-19).
Así que, el SEÑOR hoy nos llama a acercarnos a ÉL, para recibir la limpieza de la mancha de nuestra iniquidad y el perdón de nuestros pecados. Y lo dice de esta manera: "Venid luego, dice JEHOVÁ, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana" (Isaías 1.18).