Cuando nos dirigimos a DIOS

10.03.2024

"Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de DIOS en toda oración y ruego, con acción de gracias" (Filipenses 4.6).

  Todos los seres humanos tenemos problemas o situaciones difíciles que no podemos resolver por nosotros mismos. Sin embargo, como tenemos un DIOS que quiere escuchar sobre estas cosas, podemos acudir a ÉL sin temor (Filipenses 4.6). Pero, si los problemas o situaciones difíciles son lo único que nos coloca de rodillas, entonces nuestra relación con el SEÑOR es muy pobre y nuestras oraciones son egoístas y vacías delante del SEÑOR.

  Cada vez que nos dirigimos al SEÑOR en oración, y sin importar las circunstancias que atravesamos cada uno de nosotros, debemos poner el énfasis en DIOS y Su voluntad, y no en nosotros mismos (Mateo 6.9-13). Y cuando ponemos al SEÑOR en primer lugar, ÉL obrará (Salmo 37.5). Es ÉL, quien merece toda la atención y adoración, pues es el único Soberano.

  Cuando nuestras oraciones están basadas en nosotros mismos, DIOS no puede ayudarnos ni bendecirnos. Es por eso, que necesitamos orar correctamente y con gratitud; reconociéndolo a ÉL por sobre todas las cosas.

  "Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de DIOS en toda oración y ruego, con acción de gracias" (Filipenses 4.6).

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