Cambia nuestras vidas
"Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne" (Ezequiel 36.26).
En el libro del profeta Ezequiel, encontramos que el pueblo de Israel había pecado contra el SEÑOR; y lo había hecho, hasta el punto de proclamar su lealtad no solo a otras naciones, sino también a otros dioses. Pero a pesar de esto, el SEÑOR llama a Su pueblo al arrepentimiento; los llama para que regresen a ÉL... ¿No es maravilloso nuestro SEÑOR?
A pesar de los muchos pecados de Su pueblo, ÉL buscaba salvarlos, y les prometía que los limpiaría de todas sus inmundicias e ídolos (Ezequiel 36.25). Además, les daría Su ESPÍRITU y cuidaría de ellos (Ezequiel 36.26-30).
Hoy, el SEÑOR quiere hacer lo mismo con cada ser humano; y es por eso, que cuando le entregamos nuestras vidas a ÉL en arrepentimiento, el SEÑOR nos limpia de nuestros pecados y transforma nuestras vidas (1° carta de Juan 1.9). ÉL se ocupará de guiarnos cada día con Su ESPÍRITU, para que así andemos en Sus caminos (Juan 16.13).
"Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la Presencia del SEÑOR tiempos de refrigerio" (Hechos 3.19).