Autorizado por DIOS

16.09.2024

"¿Quién será aquel que diga que sucedió algo que el SEÑOR no mandó?" (Lamentaciones 3.37).

  Las situaciones extremas que suceden en este mundo (enfermedades, catástrofes, guerras, etc), nos llevan a pensar o nos han llevado a pensar en cómo estamos viviendo nuestras vidas, y en qué es lo que realmente importa para nosotros. De pronto, todo cambia para los seres humanos: nuestras conversaciones, nuestros trabajos, nuestras amistades, nuestras familias, nuestros momentos de ocio; y muchas veces es difícil asimilarlo, ya que todo sucede de repente. Pero a pesar de lo que nos toca vivir, todos buscamos avanzar en esta vida.

  Como creyentes en JESÚS, muchas veces no comprendemos lo que el SEÑOR hace y/o permite; sin embargo, cuando las situaciones difíciles se presentan en la vida, sabemos que ÉL está en control. Por eso, debemos confiar en ÉL, pues "sabemos que a los que aman a DIOS, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a Su propósito son llamados" (Romanos 8.28).

  El SEÑOR manda y/o permite que las cosas sucedan con un propósito; y esas situaciones extremas abren nuestros oídos y ojos espirituales para que escuchemos y veamos a Aquel que está en control de todo: nuestro SEÑOR.

  La Escritura dice: "¿Quién será aquel que diga que sucedió algo que el SEÑOR no mandó? ¿De la boca del Altísimo no sale lo malo y lo bueno? ¿Por qué se lamenta el hombre viviente? Laméntese el hombre en su pecado. Escudriñemos nuestros caminos, y busquemos, y volvámonos a JEHOVÁ; levantemos nuestros corazones y manos a DIOS en los cielos; nosotros nos hemos rebelado, y fuimos desleales..." (Lamentaciones 3.37-42).

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