Asuntos para resolver
"Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al SEÑOR: He aquí, SEÑOR, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado" (Lucas 19.8).
JESÚS estaba pasando por la ciudad de Jericó, y se encontró con un hombre que se había subido arriba de un árbol sicómoro (Lucas 19.1-4). Al verlo allí, JESÚS le dijo: "Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose Yo en tu casa" (Lucas 19.5). La Biblia nos sigue diciendo, que Zaqueo se bajó rápido y que lo recibió gozoso (Lucas 19.6). Y fue en ese encuentro donde Zaqueo expresó: "He aquí, SEÑOR, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado" (Lucas 19.8). Zaqueo tuvo la necesidad de compartir con aquellos que tenían poco; y también, tuvo la necesidad de devolverle cuatro veces más, a aquellos que él había defraudado.
Ciertamente, en algún momento, hemos defraudado a alguien (ya sea económicamente, o reaccionando de mala manera, u otras formas de defraudación). Pero hoy, como creyentes en JESÚS, debemos buscar la manera de restaurar aquello que hemos hecho mal, en la medida de lo posible. Tal vez tengamos que pedir perdón, o tal vez sea de otra manera; y el hecho de conocer al Salvador, nos moverá a que resolvamos las situaciones del pasado (con la ayuda del SEÑOR).
Tal vez tengamos que resolver asuntos con nuestros padres, o hijos, o hermanos, o amigos, etc.; y si queremos seguir avanzando en los caminos del SEÑOR, será necesario resolver esos temas. ¿Es difícil?... Si... Pero contamos con el SEÑOR para enfrentar la situación.
"Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho" (Santiago 5.16).