¡Amigos de DIOS!
"Vosotros sois Mis amigos, si hacéis lo que Yo os mando" (Juan 15.14).
En cierta ocasión, JESÚS le dijo a Sus discípulos, que ÉL los consideraba Sus amigos, porque todas las cosas que ÉL había oído del PADRE, se las había dado a conocer. Además, en esa misma oportunidad, les dijo que no hay un amor mayor que el poner la vida por los amigos (Juan 15.13 y 15).
Pero... aunque ÉL era el mejor y mayor amigo que podían tener (ya que dio todo por ellos, incluyendo Su propia vida al morir en la cruz), el SEÑOR deseaba que ellos se muestren amigos de ÉL; y esto era posible si eran obedientes a Su guía, a Su corrección, a Su capacitación a través del ESPÍRITU SANTO que vendría (Juan 15.14).
Un vivo ejemplo de esa amistad que el SEÑOR requiere, es la vida de Abraham. La Escritura nos enseña que Abraham era amigo de DIOS, por cuanto era un hombre de fe, que no solo creía en DIOS, sino que también le creía a DIOS mostrándolo en su obediencia a ÉL (Santiago 2.18-23).
Para nosotros, el SEÑOR es también nuestro mejor y mayor amigo; ya que no solo dio Su vida por nosotros, sino que además está con nosotros a cada instante, ayudándonos, protegiéndonos y dándonos innumerables bendiciones cada día. Es por eso, que se requiere de nosotros, que también nos mostremos amigos de ÉL, siendo obedientes a Su voz (Juan 15.14).