¡JESÚS puede salvar!
"Porque no envió DIOS a Su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por ÉL" (Juan 3.17).
La barrera que impide que el ser humano se acerque a DIOS, es el pecado; y esa barrera está desde el principio, desde que el ser humano se alejó del SEÑOR por decisión propia (Génesis 3). Y hoy, el ser humano sigue tomando esa misma decisión, para sumergirse aún más en la oscuridad y condenarse a una eternidad sin DIOS. La Palabra de DIOS lo dice de esta manera: "Y esta es la condenación: que la Luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la Luz, porque sus obras eran malas" (Juan 3.19). Pero no está todo perdido, porque el SEÑOR ha provisto UN CAMINO.
En las Escrituras, podemos encontrar textos específicos que nos hablan del camino que el SEÑOR ha puesto delante de nosotros; no solo para que lo conozcamos a ÉL, sino también, para que seamos salvos. En el Evangelio de Juan, por ejemplo, leemos lo que dijo JESÚS: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al PADRE, sino por Mí" (Juan 14.6). Y en el libro de los Hechos, Pedro dijo: "Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos" (Hechos 4.12).
El ser humano puede llegar a ser limpio de sus pecados, puede recibir el perdón de DIOS y puede ser salvo, y el único que puede hacer esa obra es CRISTO. El SEÑOR puede y quiere llevar a las personas "de las tinieblas a Su Luz Admirable" (1° carta de Pedro 2.9), porque nos ama y quiere salvarnos (2° carta de Pedro 3.9).
El SEÑOR mismo dice: "Yo, Yo soy el que borro tus rebeliones por amor de Mí mismo, y no me acordaré de tus pecados" (Isaías 43.25). Así que, "cree en el SEÑOR JESUCRISTO, y serás salvo" (Hechos 16.31).