¡Fue quebrantado!
"De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto" (Juan 12.24).
En el libro del profeta Isaías, en su capítulo 53, leemos acerca de una profecía que nos muestra claramente cual era el propósito que tendría JESÚS al venir a este mundo. ÉL no solo sufriría, sino que también moriría en una cruz por nuestros pecados, para que nosotros podamos ser salvos (Isaías 53 y 1° carta a los Corintios 15.3).
JESÚS mismo, cuando caminó por esta tierra, habló acerca de Su muerte en la cruz con estas palabras: "De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto" (Juan 12.24).
El SEÑOR JESÚS fue quebrantado, dio Su vida muriendo en la cruz del calvario y resucitó. Y a partir de esto, surgió nueva vida (eterna) para todo aquel que cree en ÉL (Isaías 53.10-12 y 2° carta a los Corintios 5.17).
"Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en ÉL cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3.14-15).