El llamado de DIOS
"No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento" (Lucas 5.32).
El mundo actual considera la palabra 'pecado' como una palabra obsoleta, antigua y sin sentido; sin embargo, ante los ojos de DIOS (que es lo que importa), el pecado marca una gran separación entre ÉL y las personas. Es por eso, que el llamado del SEÑOR a cada ser humano, es para que se arrepientan de sus pecados (Lucas 5.32).
Cuando el ser humano se encuentra (en arrepentimiento), con el único DIOS que puede y está dispuesto a "perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad" (1° carta de Juan 1.9), se produce un cambio muy significativo en la vida de la persona, ya que el SEÑOR comienza a moldear esa vida, conforme a Su voluntad perfecta.
JESÚS vino a este mundo con un propósito muy alto: 'buscarnos y salvarnos' (Lucas 19.10). Y esa salvación es gratuita para nosotros y ÉL nos la da por pura Gracia (Efesios 2.8-9). Nosotros no podemos ganarla y tampoco es necesario agregarle algo a lo que CRISTO hizo. Su obra en la cruz fue perfecta, y el PADRE aceptó ese sacrificio de Su Amado HIJO por nosotros. Es por eso que hoy tenemos la libertad de acercarnos al SEÑOR, a través de JESUCRISTO, en arrepentimiento.
"Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la Presencia del SEÑOR tiempos de refrigerio" (Hechos 3.19).