Ayuda y dirección
"Echa sobre JEHOVÁ tu carga, y ÉL te sustentará; no dejará para siempre caído al justo" (Salmo 55.22).
David era una persona que confiaba en DIOS, no solo en momentos tranquilos de la vida, sino incluso en momentos muy tormentosos. Y esa confianza que tenía en el SEÑOR, se encuentra expresada en un masquil (instrucción) que dirigió al músico principal (Salmo 55). Sin importar la situación en la que se encontraba, él sabía sin dudar, que si buscaba al SEÑOR, ÉL lo iba a socorrer. Cuando todo estaba bien, David buscaba a DIOS y cuando todo estaba mal, también lo buscaba. Él sabía que podía buscar a DIOS en toda situación, porque DIOS no solo lo escucharía sino que además lo ayudaría.
Todo lo que David estaba padeciendo (afrentas, oposición, opresión, etc), no provenía de los enemigos, sino de alguien muy cercano a él. Y en su oración al SEÑOR, lo expresa con estas palabras: "Porque no me afrentó un enemigo, lo cual habría soportado; ni se alzó contra mí el que me aborrecía, porque me hubiera ocultado de él; sino tú, hombre, al parecer íntimo mío, mi guía, y mi familiar; que juntos comunicábamos dulcemente los secretos, y andábamos en amistad en la casa de DIOS" (Salmo 55.12-14).
Ninguno de nosotros espera que alguien cercano a nuestro círculo (amigos, familiares, etc), nos falte el respeto, nos de la espalda o nos traicione; pero tristemente, éstas cosas suelen suceder, y pueden llevarnos a la tristeza, al desaliento e incluso a la depresión. Sin embargo, podemos encontrar en el SEÑOR, la ayuda y la dirección que necesitamos para esas situaciones complejas, de la misma manera que lo hizo David.
Cualquiera que sea la situación en la que nos encontremos, podemos decir y afirmar, al igual que David: "En cuanto a mí, a DIOS clamaré; y JEHOVÁ me salvará" (Salmo 55.16). Así que, "Echa sobre JEHOVÁ tu carga, y ÉL te sustentará; no dejará para siempre caído al justo" (Salmo 55.22).